domingo, 16 de julio de 2017

Tenia


Entre los parásitos bravos destaca la Tenia Solitaria, un gusano que se aloja en el intestino delgado de los humanos y que puede alcanzar hasta 25 metros y vivir más de 30 años.

Algunos creerán que la Tenia Solitaria forma parte del pasado, de épocas de poca higiene y poco desarrollo farmacéutico, pero no es así. Hoy en día ciertas prácticas sexuales desordenadas, pero cada vez más extendidas, facilitan el contagio por la conexión viciosa entre el ano del infectado y las manos o la boca de otro individuo.

Soborné a un ujier de cierto hospital barcelonés y me consiguió los historiales de teniasis de los años 1964 a 2001. Como es sabido, la solución al proceso infeccioso parasitario radica en la expulsión de la cabeza de la tenia en el acto de defecar. Doy ahora relación de algunos curiosos emplazamientos en los que se produjeron dichas expulsiones:


Segundo confesionario entrando a la derecha de la iglesia de Santa María del Mar

Platea del cine Roxy de la plaza Lesseps

Jardines del Turó Park

Jardines de la isleta central de la plaza Calvo Sotelo

Tatami de un gimnasio para hombres en la izquierda del Ensanche

Cubo de plástico verde en el local de masajes “La Ponderosa”

Panteones ruinosos de varios cementerios

Infierno (departamento de prohibidos) de la Librería Francesa de Las Ramblas

Guardería unisex La Moreneta



9 comentarios:

Anónimo dijo...

BRUTAL...!!!!!!!

Anónimo dijo...

.....pero muy divertido

Anónimo dijo...

Sobre todo, tratándose de don Paco, muy preciso.
¡Qué topología ten(i)az!

Anónimo dijo...

No recuerdo haberle leído escatología, le queda bastante bien

Francesc Cornadó dijo...

En el escaparate de una farmacia de la calle Fernando tenían una tenia solitaria expuesta dentro de un recipiente de formol. En la misma farmacia vendían azúcar del Dr. Sastre Marqués de gran eficacia para otros vermes menores.
Saludos
Francesc Cornadó

Ferrer Lerín dijo...

Tenias no recuerdo pero sí sanguijuelas, vivas, en recipientes de cristal llenos de agua, en varias farmacias del Ensanche; la gente las "alquilaba", se las llevaba a casa para practicar sangrías.

Fackel dijo...


Huy el zoo o la jungla que puede ser un cuerpo humano. Es curioso que hoy apenas se hable de las tenias pero seguro que aún se reproducen o acompañan durante años en los intestinos del personal.

Me cabía la duda de que los lugares donde se produjeron dichos actos fueran los actos de defecar o los actos de contraer, y como en los libros y en general en los textos abiertos me gusta percibir la doble o triple interpretación pues me da por imaginar cualquiera de las funciones. Gracias por el texto.

Ferrer Lerín dijo...

En esos lugares se expulsaron cabezas de tenia.

Anónimo dijo...

Me encanta la tenia. Qué simpático animal de vida interior, silencioso y buen acompañante.